La realidad recreada
Manolo Castaño ha querido mostrarnos en esta exposición, después de un largo camino en su vida artística, un buen exponente de su personal lenguaje, entre la figuración a la abstracción con la utilización de distintas técnicas como el grabado, la pintura y la escultura, y una estricta gamas de colores que se adecuan bien a sus objetivos plásticos.
MC, como aparece en su firma, es un artista que siente su entorno en pequeñas parcelas. Unas parcelas que conforman, bajo su punto de vista, el gran tablero de la vida, haciéndonos evocar esa forma de vivir que por su sencillez nos anima a ver más allá de la realidad.
De su etapa figurativa, que prácticamente abandono hacia los ochenta, aunque no signifique con ello que esté olvidada, si es verdad que en esta muestra no nos presenta ningún trabajo, exceptuando quizás esas series de cabezas que nos recuerdan al ser humano y a los números naturales, formando determinadas combinaciones matemáticas, que pierden su carácter objetivo para hacerse transmisoras de la imaginación. Una imaginación que seguro que se ha nutrido de su profesión como docente de dibujo artístico durante muchos años en la diputación de Sevilla.
Observando su obra se puede detectar como él siente la naturaleza y todo lo que le rodea o lo que vive en ella, con una evocación permanente, permitiéndole ver los objetos desde distintas perspectivas, enfatizando los aspectos cromáticos, formales y estructurales y acentuando las formas naturales. Con ello lo que no quiere es justificar la necesidad de la representación figurativa y poder sustituirla en cualquier momento por un lenguaje visual, que le confiere sus propios significados. En esta exposición que se pueden observar composiciones con formas colores y líneas independientemente de las referencias visuales del mundo que le rodea. Con ella pretende mostrar la renovación y el carácter diferenciado de sus invenciones, apartándose un poco de las obras realizadas hasta la fecha, aunque sus referencias estén cercanas a la abstracción y a la práctica de algunos artistas modernos, o al cubismo Juan Gris.
Todas sus obras, fruto de una constante investigación, conforman distintas series dentro de la abstracción, aunque la faceta escultórica esté más cercana a la figuración. Ejemplo de ello lo tenemos en la escultura a ras del suelo, en la que se representa una hojarasca distribuida como alfombra, resultado de la experiencia del artista en sus distintos paseos por las calles cercanas a su residencia habitual.
Esta significativa exposición de su obra reciente, se erige en excelente oportunidad como ratificación de un trabajo bien hecho.
Julio A. Soler Ballesteros